"He vuelto a nacer". Jorge Calvo salió ayer de Casarrubios (Toledo) poco antes de las 10 de la mañana. Circulaba a la altura del kilómetro 32 de la autovía de Extremadura (A-5), en sentido Madrid. Una densa niebla apenas le permitía ver unos metros por delante de su vehículo. "De pronto, un camión que circulaba a mi lado derrapó y se me vino encima. No me dio tiempo a nada, en un segundo me había empotrado contra la mediana", explicaba junto a su coche destrozado. Se quedó inmóvil, escuchando el ruido de las colisiones tras él. "Lo poco que he podido distinguir cuando he salido era dantesco, unos coches subidos encima de otros y un motorista que había salido despedido. Milagrosamente no le ha pasado nada", recordaba a mediodía de ayer.
Como él, cerca de un centenar de personas se vieron implicadas en el accidente múltiple que se produjo en la A-5, a la altura de Navalcarnero, provocado con probabilidad por la niebla, según la Guardia Civil. Nada menos que 78 vehículos chocaron en cadena. Entre ellos, una docena de camiones.
Aunque pudo haber sido una tragedia, sólo se contabilizaron dos heridos graves -un hombre de 73 años con fractura de esternón y una mujer de 30 con golpes en la cabeza y el pecho- y 54 más de carácter leve. De ellos, 46 fueron trasladados a los hospitales cercanos.
El primer impacto se produjo en el kilómetro 31, junto a uno de los desvíos a la localidad de Navalcarnero. A partir de ahí todo fueron frenazos y choques a lo largo de casi tres kilómetros. Las colisiones generaron un tapón de chatarra que obligó a la Guardia Civil a cortar todo el tramo de carretera, desviando el tráfico hacia la radial 5 (R-5), de peaje. También en el sentido a Badajoz se produjeron atascos de varios kilómetros debido a que se cortó uno de los carriles para el acceso de los vehículos de emergencias y las grúas, que durante unas tres horas fueron retirando los automóviles y camiones siniestrados. Los dos carriles en sentido Madrid fueron reabiertos al tráfico a la una de la tarde.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 27 de febrero de 2008