La diputada socialista, Marisol Soneira, llevaba ayer, según dijo, "demasiadas horas sin dormir". Con jet lag y recién llegada de Venezuela, donde ha estado una semana haciendo campaña, convocó de urgencia a los medios de comunicación en la sede de los socialistas gallegos. El motivo: anunciar que ha presentado una demanda civil para restituir su honor contra María Isabel Blanco, la mujer que aseguró haber viajado a Buenos Aires pagada por la Xunta para hacer campaña para el PSdeG en las pasadas elecciones municipales.
"No busco venganza ni resarcimiento económico". Tras este emblema, que repitió varias veces, Soneira explicó que su abogada presentó el jueves pasado una demanda en el Juzgado de Corcubión y aseguró que el escándalo le ha hecho "más daño en lo personal que en lo político".
María Isabel Blanco aseguró, otras cosas, que recibió un correo electrónico de la diputada en el que le facilitaba un billete a Buenos Aires pagado, supuestamente, por la Secretaría Xeral de Emigración. "Sólo intenté echar una mano a una familia que lo necesitaba", se defendió Soneira. Además, añadió que no era un "caso excepcional" y que siempre encontró "la aceptación" del conselleiro de Emigración del PP, Aurelio Miras Portugal, para solucionar este tipo de "situaciones de emergencia" relacionadas con los emigrantes gallegos.
La diputada no dijo ni una palabra sobre el expediente que justificaría la concesión de la ayuda para el viaje: "No puedo informar sobre eso porque no formo parte del Gobierno", argumentó. El repentino anuncio de la demanda civil contra Blanco se producía horas después de que el PP hiciera pública su intención de pedir una comisión de investigación sobre el caso en el Parlamento de Galicia. Los populares apelaron al "silencio sepulcral" de los socialistas desde que la oposición denunciara esta "trama demostrada y acreditada", afirmó el secretario general del PP gallego, Alfonso Rueda.
Para Soneira, la petición de los populares es sólo "tinta de calamar" para desviar la atención del cheque de 30.000 euros que el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, llevó consigo al Centro Gallego de México en nombre de la Diputación de Pontevedra. "Antes de pedir responsabilidades ajenas, el PP debería mostrar primero las suyas", sentenció.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de febrero de 2008