No hay álbum nuevo a la vista, pero no importa demasiado. Sobre el escenario, los escoceses Teenage Fanclub son formidables. Cuentan, además, con un glorioso arsenal de canciones que van del rock denso y de guitarras enrevesadas de sus inicios, casi un preámbulo del grunge, al pop clasicista y casi perfecto de sus últimos trabajos. El último, por cierto, salió en 2005 y se titula Man-made. Fue su octavo elepé y lo registraron junto al productor (y miembro de los reputados Tortoise) John McEntire.
Mantiene bien elevado su listón de calidad y, encima, sin necesidad de renunciar a su manual de estilo (que lleva impreso en su portada los nombres de Big Star, Byrds y Beach Boys), recupera de golpe la energía que algunos fans echaban en falta en títulos como Howdy! o el brioso Songs from Northern Britain. Y eso sin echar mano de reinvenciones absurdas ni extraños fuegos de artificio. Por algo será que Teenage Fanclub es el único grupo que el escritor Nick Hornby (Alta fidelidad o Cómo ser buenos) incluyó por partida doble en el libro que dedicó a sus músicos favoritos, 31 canciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de febrero de 2008