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Necrológica:Obituarios

Gaspar de Utrera, cantaor apegado a sus raíces

El cantaor flamenco Gaspar de Utrera falleció el pasado martes por la tarde a los 75 años, tras una larga enfermedad que le tuvo más de un año recluido sin poder salir a la calle. Era gitano, y pertenecía a una gloriosa y prolífica dinastía de cantaores: era sobrino carnal del Perrate y de María la Perrata, primo de El Lebrijano y de Pedro Peña...

Gaspar Fernández Fernández nació en Utrera (Sevilla) en 1932. Comenzó a cantar de muy niño y a los 14 años se sumó a la Compañía Juvenil de Ases, con la que hizo una amplia gira por toda España. Luego pasó a los tablaos, en los que formó verdaderas revoluciones por el eco enduendado de su voz. Estuvo, entre otros, en el Zambra y Los Canasteros, de Madrid. Pero Gaspar de Utrera fue siempre hombre muy pegado a su tierra, y cuando podía retornaba al pueblo con los suyos, se ha dicho que hasta rescindió contratos o pegó la espantá alguna vez por la nostalgia de su pueblo. Allí ofreció recitales en peñas flamencas y festivales, y fue muy apreciado en las reuniones de cabales.

Fue cantaor largo, que interpretaba todas las familias de cante con extraordinaria propiedad. Su querencia al pueblo le impidió hacer una carrera mucho más espectacular. Cantaba como los ángeles, aunque un tanto irregular porque actuaba por impulsos emotivos. Tenía el eco inconfundible de su familia, el divino don que sólo reconocemos en algunos privilegiados.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de febrero de 2008