¿A qué se refiere exactamente Esperanza Aguirre cuando reclama "reciprocidad" al hablar de los derechos de los inmigrantes? (EL PAÍS, 26 de febrero). La presidenta supedita el voto de los inmigrantes a dicha reciprocidad, y añade: "Es como lo de las mezquitas. Aquí se hacen y en determinados países no se pueden construir iglesias". ¿Debe deducirse que la libertad religiosa en España ha de condicionarse, para personas inmigrantes, a la libertad religiosa que impere en sus lugares de origen? Si en Argelia se hostiga a los cristianos, ¿deberíamos en España, recíprocamente, hostigar a los musulmanes (argelinos)? Siguiendo la misma lógica, si un ciudadano español fuera, digamos, condenado a muerte en Estados Unidos, ¿se debería, en justa reciprocidad, permitir aquí la aplicación de la misma pena a un hipotético convicto estadounidense? Quizá, más probablemente, la condición de la reciprocidad es simplemente una manera de declararse a favor del voto inmigrante de cara a la galería, sin que haya intención alguna de llevarlo a la práctica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de febrero de 2008