El Instituto Catalán de la Salud, organismo del Departamento de Salud de la Generalitat, tendrá que indemnizar con 130.000 euros a una pareja por las lesiones y secuelas que sufrió su hijo durante un ingreso en el servicio de urgencias del hospital Josep Trueta de Girona, hace ahora 10 años. Así lo recoge una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que considera "anormal" la asistencia que recibió el menor por parte del personal médico del centro.
Los hechos se remontan a marzo de 1998, cuando el pequeño tenía siete meses. El niño ingresó en urgencias para recibir un tratamiento de rehidratación con suero por vía intravenosa. Durante la intervención se produjo una extravasación que le causó lesiones y posteriores secuelas. La extravasación consiste en la salida de líquido intravenoso como consecuencia del desplazamiento de una cánula de punción. La sentencia considera probado que existió "mala praxis" y "atención deficitaria" por parte del personal sanitario del hospital, al que acusa de no hacer un seguimiento correcto del paciente teniendo en cuenta su corta edad.
A raíz de la extravasación, el bebé estuvo ingresado durante 34 días y necesitó más de cuatro años para recuperarse de las lesiones que le causó el líquido. A la hora de fijar la indemnización, el tribunal ha tenido en cuenta las numerosas cicatrices en el antebrazo, los dedos y las manos que presenta el menor y que le causan una baja autoestima personal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de marzo de 2008