Ángel María Villar, vicepresidente de la FIFA, vicepresidente de la UEFA y presidente de la Federación Española de Fútbol (FEF), deberá convocar elecciones para este último cargo, que ocupa desde 1988, dentro del primer trimestre del año en curso. La Audiencia Nacional denegó ayer su petición de suspensión cautelar de la orden ministerial que le obliga a celebrar los comicios.
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En el juzgado queda el estudio del recurso completo, que deberá decidir sobre el fondo del asunto: ¿Es la federación una organización privada como sostienen Villar y el mundo del fútbol internacional encomendado a Joseph Blatter, presidente de la FIFA, y, por lo tanto, puede regirse privadamente o debe someterse a las disposiciones gubernamentales como sostiene el Consejo Superior de Deportes (CSD) y como siempre ha sido? Y en los despachos queda la amenaza de Blatter de expulsar al fútbol español de todo tipo de competiciones, incluidas la Eurocopa y la Champions.
El próximo lunes, día 3, la asamblea general de la FEF decidirá si acata el auto o si, amparada por la FIFA, que denuncia "una injerencia gubernamental", desafía al CSD y a los jueces. En el fondo subyace el deseo de Villar de prolongar su mandato hasta noviembre pese a que las demás federaciones no clasificadas para los Juegos, como la de fútbol, sí celebrarán sus elecciones antes de Pekín.
"El derecho nacional es imperativo en este caso", argumenta Javier Hervás, especialista en derecho deportivo del despacho Cuatrecasas, el que asesora a Mateo Alemany, rival de Villar ante las urnas. "No es oponible a una norma de la FIFA, que no es derecho. Son normas reguladoras frente a normas públicas de obligado cumplimiento. Se impone el derecho nacional. Si la FIFA impone esas sanciones, el caso podría llevarse al Tribunal Arbitral del Deporte. Lo lógico es que se hagan las elecciones cuando lo diga el CSD", expone.
La lógica, sin embargo, choca con las amenazas de la FIFA y con ver a España fuera de la Eurocopa, lo que provocaría, según el recurso de la FEF, "pérdidas de más de 15 millones de euros".
Hay precedentes de intimidaciones parecidas. Grecia se vio obligada a reunir en 2006 a su Parlamento para introducir una enmienda en la nueva ley que regulaba las asociaciones deportivas profesionales: su federación llevaba nueve días suspendida. Lo mismo pasó en Portugal, donde el problema se solucionó en 48 horas.
Ahora, la situación es parecida: el CSD, facultado por la vigente Ley del Deporte, quiere que todas las federaciones que no se han clasificado para los Juegos convoquen elecciones en el primer trimestre del año. La FEF, que no estará en Pekín, considera que no debe hacerlo hasta noviembre o diciembre, cuando agote el mandato de cuatro años de su presidente: el 26 de noviembre. Y Blatter, que tiene en Villar a uno de sus vicepresidentes, cree que en el origen del caso hay "un problema personal" entre Villar y Jaime Lissavetzky, el secretario de Estado para el Deporte.
Desde la federación se quiso restar ayer importancia a la decisión de la Audiencia. "No es más que una medida cautelar que no nos conceden. No es una sentencia firme. El proceso continúa", explicaron.
Todo puede vivir otro episodio el lunes. Blatter está tan interesado por el asunto que hace dos semanas se reunió en Madrid con un grupo de periodistas y ni esperó a que le preguntaran. Necesitaba que la prensa le ayudara a revelar la magnitud del problema, "un fuego que aún no necesita bomberos". Su discurso tuvo lugar en el estadio Bernabéu. Ramón Calderón, el presidente del Madrid, se ausentó discretamente cuando se trató el tema.
Las tres posturas
- CSD: Las federaciones no olímpicas deben convocar elecciones antes del 31 de marzo.
- FEF: Las elecciones se convocarán cuando expire
el mandato presidencial de cuatro años "conforme a su propia normativa electoral, sin injerencias
de la Administración".
y la expulsión de sus equipos de todas las competiciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de marzo de 2008