1. La huelga de autobuses demuestra que nos hallamos ante un conflicto que viene de lejos y es fruto de la incapacidad del Gobierno socialista, que decían que era otra forma de ver y gobernar y que deberían hablar con los trabajadores y solucionar el problema en vez de enconarlo.
2. No suelo utilizar el autobús. La última vez que lo utilicé fue durante el verano pasado. Tomé un autobús urbano en Sitges para ir a la playa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de marzo de 2008