Desde que Óscar Mora comenzó a trabajar en instalaciones y obras de arte del más variado pelaje, cada propuesta del creador de Chiva esconde una sorpresa. La última lleva expuesta en La Gallera desde hace poco más de un mes y se titula Bienvenidos a la obra (Disculpen las molestias). En todo el espacio del local donde antes se celebraban peleas de gallos, Mora ha montado una estructura de andamio que encierra al espectador, rodeado de objetos de distinta índole, en el centro de la galería. El ambiente verbenero se confunde, en esta exposición, con la estruendosa música que brota de los 40 televisores que forman parte de la muestra, entre la que se puede distinguir el popular pasodoble Amparito Roca, como demostración de un espíritu en el que confluyen la tecnología y lo kistch, lo trágico y lo cómico, el arte y la provocación. Óscar Mora se distingue precisamente por eso, por ser un provocador nato en cada una de sus acciones, aquí mezcladas en un divertido collage que resume todas las personalidades de este artista singular. Una experiencia de arte conceptual que no deja indiferente, por su humor, su capacidad transgresora y su premeditada confusión, que permanecerá abierta al público hasta el próximo 30 de enero.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de marzo de 2008