Un tribunal austriaco expulsó ayer de la sala a Mona S., acusada de vínculos con Al Qaeda, por negarse a mostrar su cara. Iba cubierta por un niqab, que deja al descubierto sólo los ojos, y se negó a quitárselo porque había "demasiados hombres".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de marzo de 2008