Es para reír por no llorar, la manifestación de estos señores que dicen defender y cuidar el medio ambiente como nadie. La caza no es un deporte, es una matanza de animales inocentes en su medio natural, contamina y degrada el campo, es muy cruel y una de las principales causas del abandono y muerte de sus perros cuando ya no les sirven. Lo más inaudito es que pretendan saltarse las normas comunitarias europeas. Ante el placer que sienten ellos por matar, está el deseo y el derecho de la mayoría, de dejar vivir en paz a los animales. Bien por la ministra Cristina Narbona.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de marzo de 2008