"El empleo precario se viste de mujer", concluyeron ayer Loli García y Feli Piedra, responsables del área de Empleo y Mujer de CCOO tras presentar un informe sobre la situación de las mujeres en el mercado laboral vasco. Por desempeñar el mismo empleo, las trabajadoras cobran de media un 25,7% menos que los hombres.
El estudio, elaborado con datos del Inem y el Eustat, revela que la tasa de actividad laboral femenina bajó en 2007 (es del 49,31%, 17 puntos por debajo de los hombres), algo que no sucedía desde la incorporación mayoritaria de las mujeres al mercado laboral, afirmaron. Dejan de trabajar entre los 25 y 44 años, por lo que el sindicato atribuye el hecho a la presión de las obligaciones familiares y domésticas. El 96,5% de quienes dicen no trabajar para poder cuidar a personas dependientes son mujeres. La corresponsabilidad es minoritaria: sólo un tercio de parejas en que la mujer tiene un trabajo remunerado comparten las obligaciones familiares. Ellas dedican dos horas y 21 minutos más que los hombres al cuidado, y una hora y 39 minutos menos a su trabajo y formación.
Además del techo de cristal -sólo un tercio del personal directivo son mujeres-, la población femenina se enfrenta a las llamadas paredes de cristal: su actividad laboral se concentra en ocho ramas del sector servicios, ámbito en el que se colocan nueve de cada diez. Con todo, la industria registró 4.500 trabajadoras más que en 2006.
El paro disminuye más entre las mujeres, pero la tasa femenina dobla a la masculina (7,55% frente a 4,3%), y dos tercios del colectivo son mujeres. Aunque aumenta el número de contratadas de manera indefinida, un tercio de las mujeres tiene contrato temporal, frente al 24% en hombres. Las sindicalistas se comprometieron a "combatir la violencia machista y el acoso sexual en el trabajo", y convocaron una concentración el próximo viernes (12.30) frente a la sede de Confebask en Bilbao para criticar la precariedad laboral femenina.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de marzo de 2008