El sistema de telepeaje transfronterizo, por el que los dispositivos Vía T español y Liber-t Océan francés (los aparatos que permiten pasar las barreras sin necesidad de pagar) son válidos en las autopistas de ambos lados de la frontera, ha superado "con creces" las expectativas iniciales. Puesto en funcionamiento en marzo de 2007, hasta finales de enero pasado ha sido utilizado por 55.829 conductores, de los que 36.085 son clientes españoles y los 19.744 restantes, franceses.
Es el primer caso en que dos compañías que gestionan autopistas de países europeos limítrofes -Bidegi en la A-8 y Autopistas del Sur de Francia (ASF) en la A-63 y A-64- logran que sus sistemas de telepeaje sean operativos a ambos lados de una frontera, explicaron Marc Obadia y Jean Luc Pau, de ASF, y el diputado de Infraestructuras, Eneko Goia, y el director de Bidegi, Borja Jauregi.
Desde la puesta en marcha del telepeaje transfronterizo, los abonados de Vía T y Liber-t Océan han realizado 736.138 tránsitos, de los que dos terceras partes han sido realizados por usuarios guipuzcoanos, explicó Jauregi. Con este sistema, los turismos pueden circular por la A-63 hacia Burdeos y por la A-64 hasta casi Toulouse sin tener que detenerse en los peajes. Del mismo modo, los franceses pueden hacerlo con su dispositivo entre Biriatou y Zarautz.
Los responsables de las autopistas no se refirieron a la posibilidad de extender este sistema a la AP-1 (Eibar-Vitoria) ni al corredor vizcaíno de la A-8. Tampoco se plantea de momento ampliarlo a los camiones.
Las obras del peaje de Biriatou, que pasará de 13 cabinas a 20, estarán terminadas en el verano de 2009.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de marzo de 2008