Los debates van bien, las encuestas viento a favor y la sonrisa ha pasado de ser un lema de campaña a convertirse en un estado del alma de los socialistas catalanes. Eso sí, sin confiarse. Además de sacar a relucir su aportación a los logros socialdemócratas del Gobierno de Rodríguez Zapatero (pensiones, dependencia, salario mínimo), el maniqueísmo -o polarización- sigue presidiendo la campaña de la candidata del PSC, Carme Chacón. Ayer tocó llamar a rebato. Y con altavoz.
Chacón subrayó que "un diputado de CiU, ERC o ICV más o menos no importa, pero un diputado más del PP o del PSC puede significar que el presidente sea Zapatero o Rajoy"; o PSC o "derecha rancia". Los socialistas caldean el ambiente antes del mitin central, mañana en el Palau Sant Jordi, con Jordi Hereu, José Montilla, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero acompañando a Chacón. La ministra sentenció, en referencia al PP, que "no se puede volver a gobernar España insultando a nuestra tierra".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de marzo de 2008