Ni el premio de Fórmula 1, ni el Mundial de Atletismo ni los ecos de la Volvo Ocean Race. El solapamiento de dos de los principales periodos turísticos de Valencia, Fallas y Semana Santa, unido al contexto general de desaceleración económica, van a hacer que 2008 no sea "un buen año" para los hosteleros de la ciudad, declaró ayer Juan Carlos Gelabert, presidente de la federación empresarial provincial del sector, la FEHV.
Los socios de la federación puntúan con un 4,95 sobre 10 la marcha del negocio prevista para Fallas. El incremento de la actividad respecto a 2007 será, según sus cálculos, del 2,2%, por debajo de los registrados en los dos ejercicios anteriores (2,6% y 2,8%), que tampoco fueron "importantes". Los datos llevaron a Gelabert a considerar que la rentabilidad de las fiestas grandes de la ciudad "ha llegado prácticamente a su techo". Ese tímido aumento se espera todavía menor en la ciudad (1,3%). En el resto del litoral provincial se prevé que alcance el 3%, lo que explica que las expectativas de hoteleros y restauradores en poblaciones como Gandia y Cullera se eleven hasta una puntuación de 6,27 sobre 10.
La salvación del ejercicio, marcado por una proximidad entre Fallas y Semana Santa que no se repetirá hasta el año 2285, dijo Gelabert, se logrará si se aprovechan bien el turismo de fin de semana y el de los puentes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de marzo de 2008