Mariano Rajoy ha decidido echar toda la carne en el asador. El domingo recuperó en León a José María Aznar. Hoy buscará la foto en Barcelona con Rodrigo Rato, que aspiró a suceder a Aznar pero fue derrotado por el propio Rajoy en esa carrera. Casi inmediatamente después de la derrota electoral, Rato dejó la política para ser presidente del Fondo Monetario Internacional. Cuando anunció que lo abandonaba, casi todo el PP pensó que volvería a la política. Pero al final Rato, que se ha quejado a su entorno de que Rajoy no le ha llamado para pedirle nada, optó por la empresa privada, el banco Lazard. Por eso, el ex vicepresidente no hablará hoy en Barcelona, para mantener una aparente neutralidad, pero sí se fotografiará con Rajoy, como ya lo hizo con su sucesor como número dos por Madrid, Manuel Pizarro.
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Precisamente Pizarro desató ayer una nueva descarga contra el Gobierno, la CEOE, el Tribunal Constitucional, el de la Competencia, contra todos los organismos reguladores... No estaba muy contento con las declaraciones del día anterior del presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, quien dio por hecha la victoria socialista. Arremetió contra Zapatero y Solbes y aprovechó para compararse con el ministro: "Pensar que tendrán un empresario de número dos [él mismo], que lleva toda la vida en la calle, es la mayor confianza
[que pueden tener los empresarios], aunque si hay quien prefiere a un funcionario detrás de una ventanilla [Solbes], están en su derecho".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de marzo de 2008