A medida que avanza la campaña, Esquerra teme cada vez más que el PSOE arrase, y, ayer, Josep Lluís Carod Rovira, en otro de sus discursos ácidos y brillantes, puso en la diana a Zapatero con un largo listado de agravios. En Reus, en su feudo, y acompañado de sus hombres más fieles, entre ellos Ernest Benach, presidente del Parlament, Carod reprochó al socialista que no hubiera defendido el catalán en el cara a cara con Mariano Rajoy. "Fue incapaz de aportar ni un argumento sólido y convincente para defender la política lingüística", le reprochó Carod en contraste con Joan Ridao, el candidato por Barcelona, que anteayer dijo que la posición de Zapatero sobre el catalán fue "el episodio más positivo" del debate por sostener que no se perseguía el castellano en Cataluña.
Con ironía, Carod agradeció a Zapatero que no viaje hoy a Barcelona en AVE: "Hubiera sido un insulto para los catalanes que sufren el desbarajuste de las Cercanías". Y acabó pidiéndole algo: "Será bienvenido como todos los que vienen a Cataluña pero por favor, por favor", insistió Carod, "¡Que no prometa nada!". Y el Teatro Bartrina rompió en aplausos en alusión a la promesa rota de Zapatero en la campaña de 2004 cuando proclamó que apoyaría el Estatuto que aprobara el Parlament. La situación es bien distinta porque el texto está recortado y aparcado en el Tribunal Constitucional (TC) y con, según Carod, otra amenaza encima: "Si con la mayoría relativa, Zapatero no nos ha engañado relativamente, sino muchísimo; con la absoluta, nos engañaría del todo. Y el TC tendrá entonces "barra libre para hacer con el Estatuto lo que quiera".
Quedan dos días de campaña y ERC empieza a echar el resto. El partido prefirió ayer que la caravana de periodistas que sigue a Ridao acompañara a Carod hasta Reus (el primero ofreció un mitin en Manresa) y el partido hoy ha citado a todos sus primeros espadas en Lleida donde se juegan un escaño con el PP.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de marzo de 2008