Anxo Quintana pudo conocer de primera mano las inquietudes de la gente durante su visita a As Conchiñas, que incluyó la calle Barcelona, una de las comerciales de la ciudad. Además de hablar con los ciudadanos, Quintana se paró a tomar un café en un bar. En la calle, a falta de escuchar sus llamamientos al voto útil, fueron las galescolas y su "buena planta" con lo que el dirigente del BNG se ganó en su pequeño paseo matutino la promesa de voto de un grupo de jóvenes y de una señora. "Yo de política no sé nada, pero al igual que voté a Adolfo Suárez por guapo y porque no insultaba, tiene mi voto, señor Quintana, porque usted tiene muy buena planta", le espetó una mujer ante el mercado de As Conchiñas.
Poco antes, Quintana se paró a charlar con un grupo de educadoras infantiles que le interpelaron sobre las plazas para trabajar en una galescola. "Estamos muy mal pagadas en la guardería, 680 euros al mes", le explicaron las jóvenes. "En una galescola se paga mucho más", replicó el vicepresidente de la Xunta al recomendarles que estén atentas a los concursos que en breve convocará su departamento para cubrir 2.000 plazas en esta red de guarderías públicas. "Es una buena oportunidad laboral y hacen mucha falta educadoras infantiles en Galicia", destacó Quintana. "Y también muchos niños", concluyó una joven.
Tampoco faltaron en el paseo las voces críticas, como la de un hombre que le espetó: "Usted promete mucho, pero no paga lo que promete". Quintana, sin perder nunca la sonrisa, se limitó a asentir: "Sí, señor".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de marzo de 2008