Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
Análisis:ELECCIONES 2008 | Campaña electoral

Novedades políticas

Cuando todo apuntaba a que una de las ofertas de CiU en estas elecciones iba a ser la de asumir responsabilidades de Gobierno de España, ha sucedido lo contrario. Este objetivo ha sido sustituido por la reiterada proclamación de que CiU sólo va a Madrid "a sacar beneficios" a cambio de sus votos.

La disponibilidad a entrar en el Gobierno en España fue uno de los principales giros políticos realizados por CiU, ya en el fin de la etapa de Jordi Pujol. Era un cambio de alcance estratégico, tras décadas de rechazarlo. Lo formuló Artur Mas en 2002, aunque pensando en un escenario en el que se veía a sí mismo en la presidencia de la Generalitat.

En su lugar, hay otra oferta, la formalizada por Gaspar Llamazares en nombre de Izquierda Unida e Iniciativa Verds. Es también una novedad política, con independencia de que ahora, antes de que hablen las urnas, pueda parecer más o menos viable. Las expectativas electorales de Llamazares son más bien magras desde el punto de vista cuantitativo, pero él se ha lanzado al mismo juego que las minorías nacionalistas: el de convertirse en fuerza "decisiva" y además para entrar en el Gobierno.

Los antecedentes de la coalición rojo-verde indican una fuerte vocación de influencia sobre los gobiernos, pero siempre desde fuera. Instalados ahora, aunque como muy minoritarios, en los gobiernos del País Vasco y de Cataluña, los antiguos comunistas se ofrecen a los socialistas para gobernar juntos. Es un cambio. La alianza entre ambos partidos era impensable en los tiempos del liderazgo de Felipe González y no hay elementos para pensar que sea una opción deseada por Rodríguez Zapatero.

Pero una cosa son los deseos y otra los números, que es lo que cuenta. En estos últimos días de campaña los partidos y los candidatos se interpelan entre sí para que los rivales desvelen sus opciones para las alianzas poselectorales. Zapatero y el PSOE no sueltan prenda. El PP dice que está abierto, pero todo el mundo sabe que sus dificultades para encontrar aliados son muy grandes.

Los electores se encuentran pues, a dos días de la votación, con un panorama que en parte es una novedad histórica. Puede que de las urnas surja un resultado que haga volver sobre sus pasos a CiU y la lleve al Gobierno de España, con todo el revuelo que esto implicaría en Cataluña. Puede que, si hay mayoría de izquierdas, quien pase a ser fuerza de gobierno sean no sólo los socialistas, sino también IU-ICV.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 7 de marzo de 2008