El presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió ayer que su sucesor, Dmitri Medvédev, difícilmente será más blando que él en sus relaciones con la Unión Europea. El comentario lo hizo Putin durante sus conversaciones con la canciller alemana, Angela Merkel, que se encuentra de visita en Moscú para conocer más de cerca al presidente electo, el más joven de la historia rusa poszarista.
Al contestar a una pregunta sobre la posibilidad de indultar al encarcelado magnate Mijaíl Jodorkovski, el fundador de la petrolera privada Yukos, Putin admitió que el presidente tiene facultades para examinar el asunto si el condenado hace la petición correspondiente.
"Ya me he acostumbrado a las etiquetas y clichés, particularmente a que es difícil ponerse de acuerdo con un ex agente del KGB", dijo el líder ruso, que en la época soviética fue espía y más tarde encabezó el servicio secreto. "Medvédev se verá libre de tener que demostrar que es un liberal. Pero es tan nacionalista, en el buen sentido de la palabra, como yo. Y a nuestros socios no les será más fácil trabajar con él", afirmó.
Merkel opinó que no hay alternativa a la cooperación entre Rusia y la Unión Europea, subrayó que ambas son interdependientes y que "hay que encontrar la manera de avanzar juntos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 9 de marzo de 2008