Como salidas de la pluma de Samuel Beckett, decenas de mujeres esperan deseosas que arranque la carrera del Día Internacional de la Mujer convocada por el Gobierno de Esperanza Aguirre. Y el arranque de la marcha, que no llega. Pasan los minutos. Sol, mallas, deportivas, gorras y sudaderas: todo preparado. Las calles aguardan. Sin esperanza. "La carrera ha sido suspendida", se escucha. Corre la indignación entre las aficionadas. Este 8 de marzo ninguna llegó a la meta. El resto de actos del Día Internacional de la Mujer que iban a celebrarse ayer también fueron suspendidos en la región al coincidir con la jornada de reflexión electoral.
"El 8 de marzo, como siempre. Pásalo". Los SMS y los correos electrónicos sacaron por la tarde a las mujeres a la calle. Al caer el sol, cerca de un millar de personas se reunieron en la plaza de Jacinto Benavente para celebrar la jornada, entre paraguas con eslóganes rotulados y globos violetas. "Aquí estamos, reflexionando", coreaban. "No nos van a quitar ni el día ni la voz", proclamaba Marisa, de 43 años, entre el tumulto, en referencia a la prohibición a las asociaciones de mujeres de manifestarse ayer. Retumbaron tambores y cacerolas. "¡Que viva la lucha de las mujeres!", clamaban.
Los cánticos más coreados se referían al aborto libre: "Fuera el aborto del Código Penal". "¡La niña de Rajoy quiere abortar!". La concentración marchó hasta Sol, donde continuaron las proclamas más de una hora.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 9 de marzo de 2008