El Sevilla se puso ayer mucho más cerca de los puestos que se cree merecer, aunque ésa fuera la única alegría para un equipo increpado por el público por pasar demasiado partido en el alambre y para un club que ha optado por inventarse contubernios antes que intentar solucionar los problemas de un conjunto que se pensó y se pagó para ejecutar un fútbol muy distinto del que es capaz en la actualidad.
El Sevilla sufrió ayer muchísimo hasta escuchar el pitido del árbitro que daba por finalizado el encuentro y aseguraba los tres puntos. Fue el anfitrión y conjunto cansado y frustrado tras la larga y dolorosa eliminación en la Liga de Campeones del pasado martes y penante aún por sus dudas defensivas. El Levante salió con un plan claro que se aceleró tras el espléndido gol de Riga, que con un giro valsístico se deshizo de Mosquera y con mucha inteligencia colocó el balón por encima del descolocado Palop.
SEVILLA 2 - LEVANTE 1
Sevilla: Palop; Alves, Mosquera, Dragutinovic (Lolo, m. 70), Adriano; Navas, Maresca, Keita (Poulsen, m. 76), Capel (Duda, m. 83); Kanouté y Luis Fabiano. No utilizados: De Sanctis; Fazio, Koné y Alfaro.
Levante: Kuovic; Descarga, Serrano, Álvaro (Armando, m. 46), Castedo; Miguel Ángel, Javi Fuego; Juanma (Pedro León, m. 67), Riga, Courtois (Saúl, m. 60); y Geijo. No utilizados: Reina; Gaspar, Rubiales e Iborra.
Goles: 0-1. M. 3. Riga. 1-1. M. 28. Keita, de cabeza. 2-1. M. 47. Luis Fabiano.
Árbitro: González Vázquez. Amonestó a Javi Fuego, Miguel Ángel, Serrano, Geijo, Alves, Navas, Maresca y Pedro León. Expulsó al entredor levantinista, Giovanni de Biasi, en el minuto 76.
Unos 40.000 espectadores en el estadio Sánchez Pizjuán.
Los de De Biasi mantuvieron la presencia en el campo mientras les duró el susto a los sevillistas y luego esperaron bajo el caparazón a que dejaran de arreciar los envites de sus contrincantes. Desde el minuto 10 al 70, el Sevilla pudo haber marcado una decena de goles, pero tan sólo marcó un par: Keita remató en plancha un soberbio pase de Alves y Luis Fabiano desvió a gol otro magistral centro de Maresca por delante de la defensa contraria. Pero, en cuanto le empezaron a fallar las fuerzas a los sevillistas, el Levante salió de la cueva y metió miedo en cada jugada en la que se aproximaba al área o bombeaba un balón. Incluso hubo una jugada que pareció penalti a Geijo.
El Sevilla venció, pero aún le falta para lo que quiere.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 10 de marzo de 2008