Muy a su pesar, la pareja de gemelos escoceses siempre ha vivido presa de su falsa apariencia de flor de un día. Eso que los anglosajones definen tan bien como one hit wonder, algo así como banda de un solo éxito, sambenito que vienen arrastrando desde que a finales de los ochenta irrumpieran en las listas con el célebre I'm gonna be (500 miles). Y ahí siguen, conservándose tan bien y manteniendo sus características armonías vocales tan vigorosas como si no hubieran pasado 20 años desde la cima de su popularidad. Y recitando cada palabra con ese gusto norteño por la consonancia estridente, casi escupiendo las palabras, utilizando cada estrofa con vocación de himno popular. Una cualidad que fue celebrada con clamor por la colonia escocesa reunida para la ocasión, quienes constituían el grueso del escaso público congregado en una noche de tintes preelectorales. El pulido oficio de su banda afinó el tono de un repertorio bien compensado y saludablemente comercial. Un concierto, en resumen, sin mácula.
THE PROCLAIMERS
Charlie Reid: voz y guitarra; Craig Reid: voz; Stevie Christie: teclados y acordeón; Clive Jenner: batería; Zac Ware: guitarras; Garry John Kane: bajo. Sala Mirror. Valencia, sábado 8 de marzo de 2008.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 11 de marzo de 2008