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El temporal se cobra cinco heridos y persiste la alerta roja

El viento amainará de forma ligera después del mediodía

La mayor parte de la flota de bajura de Galicia permaneció ayer amarrada a puerto debido al temporal que azota la costa, y distintas cofradías lamentaban que "tal vez" hoy no podrían salir a faenar a la vista de las previsiones, que auguran que el mal tiempo durará hasta esta tarde. El Instituto de Meteorología mantiene la alerta roja en la costa de A Coruña y de Lugo, pero anuncia una mejora, con subida de temperaturas, hacia el mediodía, que se adelantará y será más significativa en Pontevedra.

El temporal afecta principalmente al mar, pero en tierra el Servizo de Emerxencias 112 registró pequeñas incidencias que originaron problemas de circulación por obstáculos sobre la vía e inundaciones. Un árbol caído sobre la carretera Os Valos-Amoedo, en Pazos de Borbén (Pontevedra), originó un accidente en el que resultaron heridas leves dos personas. Y en A Coruña se derrumbaron 25 metros de la balaustrada del paseo marítimo a causa de una ola. Como consecuencia, arrastrados por los cascotes, resultaron heridos leves tres transeúntes y sufrieron daños coches y farolas. El Ayuntamiento cortó el acceso al paseo para evitar males mayores.

Ayer, las ráfagas de viento llegaron a alcanzar fuerzas de hasta 100 kilómetros por hora. Las olas, de entre 5 y 10 metros de altura con áreas de mar muy gruesa y tendencia a arbolada, impidieron trabajar a casi todos los pescadores gallegos de bajura. Los barcos de Portosín y Porto do Son no faenaron, y tampoco lo hicieron los pescadores en Rianxo, aunque sí unos pocos mariscadores. Tampoco trabajaron los pescadores de Camariñas, Cedeira, A Coruña, Fisterra, Lira-Carnota, Malpica y Muxía. En la provincia de Pontevedra, ningún barco salió al mar, pero en Baiona varios percebeiros se adentraron. Y en Lugo, sólo trabajaron algunos barcos de Celeiro.

Hoy, en Pontevedra las olas pasarán a medir la mitad y la alerta se reducirá a grado naranja. La roja continúa en los litorales coruñés y lucense por mar muy gruesa, aunque se pronostica que el peligro disminuirá de forma ligera al avanzar el día.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 11 de marzo de 2008