Más de un centenar de personas volvieron ayer por la mañana a echarse a la calle para llevar sus quejas ante la delegación de la Xunta en la calle Benito Corbal, una de las arterias principales de la ciudad. Al grito de "¡Nos engañaron!", quisieron dejar patente su enfado con Benestar en referencia a la promesa de que los gitanos no volverían a Monte Porreiro después de su traslado provisional. Tras cortar el tráfico también en otros puntos de la ciudad regresaron a Monte Porreiro hasta última hora de la tarde, cuando aprovechando la presencia de autoridades en Pontus Veteris se concentraron ante el acceso al recinto ferial.
Los vecinos han dejado a un lado la contención mostrada hasta ahora en las movilizaciones contra el realojo de tres familias gitanas de O Vao en este barrio pontevedrés. Desde hace tres días, los más exaltados se están haciendo notar causando daños materiales en las propiedades de los realojados y encarándose con ellos ante la preocupación de las autoridades. Ayer mismo, el alcalde hacía "un llamamiento a la cordura".
En el poblado de O Vao los patriarcas han tenido que intervenir para frenar a los más jóvenes e impedir que se acercaran a la calle Alemania para hacer frente a las provocaciones vecinales. Y el fiscal jefe de Pontevedra abrió ayer una investigación sobre este conflicto según el presidente de Pueblo Gitano, Sinaí Giménez.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de marzo de 2008