Una treintena de padres de alumnos del colegio público Palacio Valdés, en el Paseo del Prado, se encerraron ayer en ese centro con la intención de quedarse a dormir. Protestan porque la Consejería de Educación traslada a sus hijos al colegio Arroyofresno, en Fuencarral, para hacer obras después de Semana Santa.
Los 330 escolares de tres a 12 años debían haber ido al colegio Miguel Hernández (Aluche) durante la reforma. Pero allí acabaron los alumnos del Sagrado Corazón, cuyo colegio se derrumbó en diciembre. Los padres se quejan de la solución que ofrece Educación porque el Arroyofresno está "más lejos", ofrece peores horarios de comedor y menos espacio.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de marzo de 2008