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Reportaje:SEMANA SANTA

El paseo del Cristo de Medinaceli por el Bilbao más marginal

Burguesía y lumpen comparten una de la procesiones más populares

Sin duda, será el momento más intenso de la Semana Santa en Bilbao, aunque todavía sea Lunes Santo. Pero la procesión del Nazareno, que en este 2008 alcanza su 60 aniversario, es la de la gente de la Quinta Parroquia, que atiende a la pequeña burguesía de la parte alta de Hurtado de Amézaga, y también al lumpen que sobrevive entre las calles San Francisco y Cortes, lo que siempre se ha conocido como La Palanca, ahora parte de Bilbao la Vieja. Mañana, una vez más, volverá cruzar el barrio el paso del Cristo de Medinaceli seguido de sus cofrades.

Corrían los tiempos más duros del nacionalcatolicismo cuando la veterana cofradía de la Santa Cruz, de orígenes medievales, y la única que existía en Bilbao, se le fueron sumando nuevas agrupaciones que reivindicaban las procesiones semanasantiles. El Nazareno se formó en 1947 y salió a la calle al año siguiente por la zona de influencia de su parroquia, sin dejar de lado las casas de alterne de la calle Cortes.

El Cristo que protagoniza el paso, reproducción del homónimo de la iglesia de Medinaceli de Madrid, se ganó en poco tiempo el favor y el fervor populares. "Y hoy en día se mantiene: aunque hay menos prostitutas y más camellos y toxicómanos, las gentes marginales lo respetan con devoción", explica Javier San Pedro, miembro de la cofradía. "Es la única procesión de Bilbao en la que, a su paso, se cierran comercios y bares; en el casco viejo, los punkis nos tiran cristales", añade.

El recorrido comienza a las nueve de la tarde y llega hacia el filo de la medianoche a la zona. Son infinidad los curiosos que sólo acuden a las Cortes en este día, amparados en los minutos de tregua que la mala vida otorga al Nazareno. Es, además, la única procesión bilbaína que sufre paradas espontáneas: un travestí sale a la calzada con un ramo de flores que deposita a los pies del Nazareno o desde una ventana, una vieja prostituta entona una saeta. Es parte del espectáculo en el que se ha convertido esta procesión religiosa que, al mismo tiempo, humaniza la vida dura del lumpen. Como dijo el obispo Ricardo Blázquez, cuando la contempló por vez primera: "Esta procesión da mucho qué pensar".

11 procesiones

Más de 5.000 bilbaínos forman parte de las nueve cofradías de la villa. Tuvieron su momento de esplendor en los años 50 y 60, decayeron en los 70 y 80 y han vuelto a resucitar. Las procesiones gozan hoy en Bilbao de una vitalidad desconocida, como se puede corroborar hoy con las procesión del Borriquito (12 horas en los Jardines de Albia, junto a la iglesia de San Vicente) y a lo largo de la semana, en las 11 restantes. Más información en www.semanasantabilbaina.com

Ocio y turismo por Bilbao La Vieja

- La procesión del Nazareno se presenta como excusa ideal para descubrir un barrio demonizado en exceso, quizás por los malos recuerdos que dejó el caballo en los años ochenta y noventa del pasado siglo. Los yonquis sobreviven en la zona, pero pasan inadvertidos si la mirada del visitante es generosa y se centran en los encantos deconcidos en un barrio dondes se acumulan los planes de recuperación.

- Museo de reproducciones. Iglesia del Corazón de María; San Francisco, 14. wwwmuseoreproducionesbilbao.org. Una de las joyas desconocidas de Bilbao, en el que se pueden contemplar copias de primera calidad de las grandes esculturas que acogen el Museo del Louvre en París (Francia), el British Museum en Londres (Reino Unido) o los Museos Vaticanos.

- Desayunar. El Café Nervión, en la esquina de las calles 2 de mayo y La Naja, mantiene el equilibrio entre las distintas faunas que habitan esta zona que permanece despierta las 24 horas al día.

- Comer. Desde el Berebar, restaurante marroquí que abrió sus puertas en el número 65 de la calle San Francisco, como embrión del mestizaje en Bilbao, hasta el À Table (Dos de Mayo, 18; 94 4154766) o el más modesto Mina (Muelle de Marzana, s/n; 94 4795938), que representan la renovación gastronómica en una zona donde el patriarca es el centenario El Perro Chico (Aretxaga, 2; 94 4150519).

- Copas. Los locales imprescindibles para la noche son el Bullit (Dos de mayo, 3), Badulake (Hernani, 10), El Balcón de Lola (Bailén, 10) o Conjunto vacío (Muelle de la Merced, s/n).

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de marzo de 2008

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