El enigma de Madeleine sigue sin resolverse. Los huesos encontrados el viernes por un grupo de submarinistas en el embalse de Arade, en el Algarve portugués, no pertenecen a la niña británica de cuatro años, desaparecida el pasado 3 de mayo en Praia da Luz. La Policía Judicial portuguesa asegura que los huesos, que aparecieron en el fondo de la presa en el interior de un saco de plástico, pertenecen a un animal, informa Efe.
El abogado portugués Marcos Aragao Correia, que asegura que realiza la investigación de manera privada y financiada con su dinero, declaró ayer que abandona las pesquisas en la zona, donde había movilizado a un grupo de submarinistas de una escuela de buceo cercana. El letrado portugués declaró que ya no dispone de recursos para continuar la búsqueda. Correia intenta desde hace meses encontrar el cadáver de la niña británica. Asegura que tiene pistas que le pueden conducir hasta donde se encuentra el cuerpo, aunque nunca ha explicado cuáles son.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de marzo de 2008