La estupenda alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, está avergonzada del pacto entre IU y ANV en Mondragón y, quizá, en otros sitios. Yo también. Así que no es de extrañar que el señor Llamazares se haya llevado un buen batacazo con todo el equipo en las últimas elecciones. Su conmilitón, Madrazo, le ha ayudado a ello.
No sé qué hace un partido o coalición que se dice de izquierdas con otro como el PNV que es de una derecha dura y pura.
Amén de otras cosas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 17 de marzo de 2008