Una treintena de obras atribuidas a grandes artistas de finales del XIX o principios del XX -Corot, Monet, Cézanne, Sisley, Rodin- fueron robadas el pasado lunes en las cercanías de París de la casa de un anticuario. Ninguna de las telas, dibujos o esculturas estaba autentificada pero, según su propietario, se trata de creaciones de un valor indiscutible, "incalculable, si son obras originales, estimado en varios millones de euros si son de contemporáneos de esos grandes nombres", explicaba ayer una fuente judicial.
Los ladrones entraron en la residencia del anticuario, de 69 años y cuya identidad no se ha dado a conocer hasta el momento, forzando una pequeña ventana. El propietario, que se despertó al oír el crujido de la ventana al romperse, fue amordazado y atado mientras los ladrones trasladaban el material a un vehículo 4 - 4 que luego ha aparecido quemado junto a un bosque.
Dada la identidad de los artistas que, sobre el papel, firman las obras, éstas parecen muy difícilmente comercializables. Las sospechas de la policía -y, muy probablemente, de la casa de seguros- deberán focalizarse en una práctica en franca progresión, el "artesecuestro". Se trata de pedir rescate por las obras robadas bajo la amenaza de proceder a su destrucción.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de marzo de 2008