Unos embalses al 21,46% de su capacidad hacen reflexionar a cualquiera. A ERC le han hecho meditar sobre la conveniencia de aceptar la nueva definición de trasvase que propugna Medio Ambiente. Siempre contraria a este tipo de proyectos, la portavoz de ERC en el Parlament, Anna Simó, abrió ayer la puerta al proyecto que el consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar (ICV), guarda bajo secreto para llevar agua del Segre al área metropolitana de Barcelona.
Según afirmó Simó, trasvase significaría una obra "permanente y con movimiento de infraestructuras". Tras la aclaración, remitió a las declaraciones de Baltasar para asegurar que el Gobierno catalán no estudia realizar ninguno. Simó, que pidió que no se cree un conflicto entre territorios por la cesión de agua, matizó que la medida no gustaría a su partido, dando a entender que ERC no apoyaría el trasvase, pero lo toleraría siempre que fuera de carácter temporal.
El secretario general del Departamento de Interior, Joan Boada (ICV), insistió en que la captación de agua del Segre sería "totalmente reversible". No debió de escuchar a Simó cuando pidió que no se creen conflictos, pues añadió que la provincia de Girona debería esforzarse en ahorrar más agua.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de marzo de 2008