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LA CALLE | De tiendas

Transformistas de tejidos

Audrey Hepburn se volvería loca con los floreados tocados y las enormes pamelas del escaparate. Éste es un clásico de los comercios de Barcelona. Gratacós lleva desde 1940 vendiendo tejidos en la esquina del paseo de Gràcia con la Diagonal de Barcelona. La tienda conserva una atmósfera de glamour que hace que el comprador se sienta diferente al pisar su suelo en blanco y negro, pero a la vez trata de innovar con una sección de complementos de diseñadores emergentes y transgresores. En un ambiente de exclusividad, este comercio vivió una reforma hace dos años y fue entonces cuando entraron en juego los complementos. "Por ejemplo tenemos zapatos de Dorotea, pero diseñados con nuestros tejidos, también pamelas y tocados de Vivien Sheriff o chalecos bolsos de Mariana Méndez", explica Carmen Co, responsable del departamento de accesorios. Gratacós está dirigido por la tercera generación de una familia de comerciantes catalanes que apostó por el tejido. La tienda es sólo un 10% de un negocio de importación y exportación de tejidos. Adquieren su materia prima en países como Italia, India y Corea y ellos mismos se encargan de transformarla. Gratacós edita dos veces al año su catálogo. Cada año, la empresa monta un acontecimiento especial y, esta vez, en abril lanzará una colección relacionada con el mundo del arte. Dos rincones destacados de la tienda son la sala de proyecciones y el segundo piso, dedicado a los tejidos para novias. Gratacós recibió hace unos días el Premio Top 10 a los mejores escaparates, que diseñan Teresa Helbig y Antonio Iglesias. Sin duda, ventanales a la altura de las pasarelas internacionales.

- Lo más: son un clásico, pero se renuevan constantemente.

- Lo menos: los complementos son muy exclusivos y requieren un bolsillo exclusivo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de marzo de 2008