La Audiencia de Alicante ha condenado a 54 años de cárcel a José María Maciá por el asesinato, con una maza y mientras dormían de su mujer, de 34 años, y sus dos hijos, de seis y dos, respectivamente, el 13 de abril de 2005 en Elche. El tribunal, la sección 7ª de la Audiencia con sede en Elche, ratifica todos los extremos del veredicto del jurado que declaró culpable de triple crimen al acusado.
El tribunal, que aplica la agravante de parentesco, ha rebajado en seis años la pena global de 60 años que solicitaba el fiscal. La sentencia justifica así el rechazo a la pena máxima solicitada por el ministerio público: "Aunque estos crímenes han sido especialmente horrendos, el imponer el grado superior de la pena, 20 años de prisión por cada delito, en nada afecta al resultado máximo de prisión a cumplir por el acusado, que es de 25 años de prisión". El parricida deberá indemnizar a la familia de las víctimas con 450.000 euros.
La sentencia señala que José María intentó confundir al jurado en el proceso al relatar los horribles crímenes como si los hubiera hecho "otro", versión que contrasta con la cinta de la reconstrucción de los hechos. En esa grabación, el parricida narra a la policía lo ocurrido "con toda naturalidad". De esta forma, la sentencia concluye que el acusado era "plenamente consciente".
La sentencia considera probado que el condenado salió de su trabajo en una obra del barrio de Villafranqueza, en Alicante, y que a la una de la madrugada se dirigió a su domicilio provisto de una maza que habitualmente usaba para su labor. Subió hasta casa y fue hasta la habitación de matrimonio donde dormían en la cama su esposa e hijo, Vicente, y el pequeño José María en una cuna y, tras encender la luz del baño contiguo para no despertar a la familia, golpeó con fuerza en la cabeza a los tres, empezando por la mujer y terminando por el bebé. El tribunal considera que, al actuar de esta manera, el condenado impidió "cualquier tipo de defensa" por parte de su familia. Tras el triple crimen, el acusado lavó la maza en la bañera, se aseó y se fue de fiesta a un club de alterne, en el extrarradio de Elche.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de marzo de 2008