Como residente en una Comunidad gobernada por la derecha, asisto cotidianamente al desmantelamiento de los servicios públicos mediante diversas estrategias, como su privatización directa o encubierta, el deterioro del servicio que se presta al ciudadano (cuando no directamente se suprime), o el traslado del trabajo de los funcionarios a empresas externas y la amortización de los puestos que ocupaban en la Administración. Ante esta situación, realmente un paulatino (y no tan paulatino) desmontaje de lo público, el PSOE reaccionó en campaña con una medida singular: una paga lineal de 400 euros que "se devolverían" a los ciudadanos, como si previamente nos los hubieran quitado, cuando en realidad lo que van a suponer es que los servicios sean peores. Por mi parte, sirvan estas líneas para unirme a las voces que, desde éste y otros medios, se han levantado pidiendo la retirada de esa paga lineal que contribuiría a desmantelar el Estado. ¿Sería posible, al menos, que en la declaración de la renta de este año figurase una casilla en la que uno pudiera renunciar a esa "devolución"? De ser así, me gustaría que mis 400 euros se utilizasen para lo que cabe esperar de un Gobierno de izquierdas: dar al ciudadano mejores servicios públicos y consolidar una Administración que algunos se empeñan denodadamente en privatizar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de marzo de 2008