La prensa económica lleva meses intentando evaluar cuál será el impacto de la crisis financiero-inmobiliaria en España. Y me sorprende que los analistas no han reparado en un dato muy preocupante: el notable y rápido deterioro de la Deuda Pública española frente a la alemana. Hace un año la rentabilidad a cualquier plazo era prácticamente la misma. Hoy los mercados penalizan con casi 40 puntos básicos la compra de la obligación española a 10 años frente a la alemana.
La situación se repite en los plazos cortos. El Tesoro español ya está pagando una fuerte prima de riesgo, producto de la desconfianza que genera nuestro futuro. Pese a disponer del mejor superávit fiscal de la zona euro, España ya se está endeudando a precios más altos y eso puede complicar las cuentas públicas y nuestra capacidad de reacción para capear el temporal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de marzo de 2008