Los estudiantes críticos con el Espacio Europeo de Educación Superior, el llamado proceso de Bolonia, concluyeron ayer el foro alternativo al encuentro de rectores con una calçotada. Unos 80 universitarios degustaron calçots y butifarras en la Facultad de Geografía de la UB. Antes de la comida, los estudiantes redactaron una declaración en la que exponen sus principales reivindicaciones: la derogación del proceso de Bolonia, que a su juicio supone la "mercantilización" de la Universidad, y la inclusión de los sindicatos de estudiantes en un debate para mejorar la educación superior.
Por la tarde, unos 120 estudiantes se manifestaron por el centro de Barcelona. Los manifestantes aseguraron que no habían sido invitados a debatir sobre la renovación de la Universidad. "El proceso de decisión del futuro de los estudios superiores se ha hecho de espaldas a los universitarios. Los rectores se reúnen con empresas multinacionales en un debate estéril: está todo decidido", planteó Ricardo Naval, de la Asociación de Estudiantes Progresistas. "No cuentan con nosotros para saber qué Universidad queremos", abundó Hugo Alvira, de la Plataforma Movilizadora de la Universidad Pública. La comitiva se desplazó hasta la sede del Departamento de Universidades, donde se leyeron las conclusiones escritas por la mañana. Pese a la fuerte presencia policial no se produjo ningún incidente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 30 de marzo de 2008