Los padres de José Antonio Buendía, de 17 años, pidieron ayer justicia por su muerte tras ser arrastrado por un coche tres kilómetros. "Que los metan en la cárcel hasta que se pudran. Ha sido un asesinato porque lo han arrastrado hasta dejarlo sin vida", afirmó la madre. Medio millar de vecinos de L'Alfàs acompañaron a los padres en una marcha silenciosa en memoria del joven desde el Consistorio hasta el lugar donde el viernes una pareja británica, ya encarcelada, atropelló a José Antonio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 30 de marzo de 2008