Pau Gasol se muere de ganas de pisar de nuevo la cancha, de vestir otra vez la camiseta de los Lakers. Dos semanas viendo a su equipo desde el banquillo, debido a su lesión en el tobillo izquierdo, son ya demasiadas para él. Tras la derrota del miércoles ante Charlotte (95-108), Gasol dijo: "No quiero estar fuera más tiempo del necesario. Quiero jugar y pasarlo bien. Quiero estar con el equipo. Tan pronto como pueda volver a jugar, mejor para mí".
Mejor para todos. Eso, o algo parecido, debió de pensar Phil Jackson, el técnico angelino después de que su equipo cosechara ayer su segunda derrota consecutiva. Los Grizzlies dieron la campanada y vencieron en el Staples Center (111-114). "Habría sido especial jugar contra el que ha sido mi equipo en los últimos seis años y medio", afirmó Gasol antes del encuentro. La victoria de Memphis resultó inesperada si se tienen en cuenta los números que arrastra a lo largo de la temporada. El equipo de Navarro, que ayer anotó 9 puntos y capturó tres rebotes, acumula 53 derrotas en 72 partidos (el 73,6%). Por detrás sólo están Minnesota (74,6%), Seattle (76,7%) y Miami (81,9%).
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"Hemos perdido contra dos equipos que afortunadamente no vamos a ver en los playoffs". Al finalizar el encuentro, Kobe Bryant, escolta y jugador estrella de los Lakers, se mostró desesperado aunque no quiso hurgar en la herida: "No hemos hecho un buen trabajo. Pero en ningún caso estamos en una situación desesperada".
La afición de los Lakers no daba crédito a lo que estaba viendo. Bryant cuajó un partido brillante, con 53 puntos y diez rebotes. Pero de nada le valió. El conjunto de Los Ángeles parece haberse subido a una montaña rusa, con sus altos y sus bajos. Desde que el ala-pívot español cayera lesionado el 14 de marzo, el equipo ha perdido cinco de los nueve partidos que ha disputado. Y ha caído hasta la tercera posición de la Conferencia Oeste (49 victorias y 24 derrotas), superado por los Hornets de Nueva Orleans (49 y 22) y los Spurs de San Antonio (50 y 23).
Atrás queda la ilusión que despertó en Los Ángeles la llegada de Gasol el 1 de febrero. Y, sobre todo, la fructífera conexión con Bryant, que hasta la lesión del español se había saldado con 15 victorias y tres derrotas. Normal que todos en los Lakers ansíen su regreso.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 30 de marzo de 2008