En una exhibición de autonomía y autoridad, el líder del PP designó como portavoz parlamentaria a Soraya Sáenz de Santamaría, persona de su máxima confianza. Su nombramiento expresa el deseo de Rajoy de desligarse de presiones mediáticas y no ceder poder a líderes regionales como Francisco Camps o Esperanza Aguirre.
"No va a aguantar ni un periodo de sesiones", señaló un veterano diputado sobre Sáenz de Santamaría. "No tiene experiencia. Lo va a pasar mal para hacerse respetar", sentenció otro ex ministro. En el entorno de Rajoy, el entusiasmo era total. "El aznarismo estará de uñas, pero Rajoy ha mostrado una gran autonomía", dijo otro diputado. Páginas 13 y 14
Editorial en la página 32
MÁS INFORMACIÓN
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 1 de abril de 2008