El portavoz parlamentario del BNG, Carlos Aymerich, criticó ayer la decisión de la Consellería de Sanidade de posponer el cambio de nombre del Hospital Juan Canalejo, tal y como ordena la Ley de la Memoria Histórica. Canalejo fue el jefe de Falange en A Coruña en los meses previos a la sublevación militar que provocó la Guerra Civil. Tampoco ha gustado en las filas nacionalistas que la Consellería de Educación, en manos del PSdeG como Sanidade, haya decidido trasladar a los consejos escolares y a los ayuntamientos la decisión de cambiar el nombre de los centros de enseñanza identificados con el franquismo.
Aymerich confirmó que su grupo seguirá insistiendo en demandar estos cambios de denominación. Existe una "falta de voluntad política clara" por parte del PSOE, que "quizá quiere guiñarle el ojo a ciertos sectores sociales". "No hay casualidades", afirma el portavoz del Bloque. "Lo que no se puede es decir por un lado que se está a favor de una cosa y después no actuar en consecuencia".
"Parece que hay quien está cómodo" con que se siga honrando a Canalejo o a Carmen Polo, pero la respuesta no puede ser dejar el problema a los consejos escolares o decir que el Juan Canalejo "es un hospital que tiene mucho prestigio". "No sé si en Berlín hay algún hospital que se llame doctor Mengele", ironizó Aymerich, aludiendo al máximo responsable de los experimentos médicos que los nazis practicaban con sus prisioneros judíos. "Podría tener mucho prestigio pero ¿qué tiene eso que ver?", se preguntó.
El portavoz del BNG sí respaldó la posibilidad de un "adelanto técnico" de los comicios gallegos a marzo de 2009, insinuada el lunes por la Xunta para evitar su coincidencia con las elecciones europeas de junio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 2 de abril de 2008