Un centenar de policías locales de Lugo, entre agentes jubilados y en activo, protagonizaron ayer una sonora protesta ante el Ayuntamiento y desplegaron un programa de actos alternativos a los oficiales del gobierno local en el día de la patrona de este cuerpo. Quisieron denunciar así lo que interpretan como "falta de diálogo" por parte de los regidores del ayuntamiento.
Este año, el equipo de gobierno optó por suprimir la formación ante la casa consistorial, a lo que los policías respondieron, ataviados con chalecos reflectantes, con una formación improvisada en la que hicieron sonar toda clase de artilugios cuando se acercaban las autoridades para participar en una recepción oficial.
En el despacho de la alcaldía, atendido por la alcaldesa en funciones, Concepción Burgo, tan sólo se dieron cita tres mandos de la policía local uniformados. Entonces, uno de los policías pidió, megáfono en mano, "fuego a discreción" y se activaron los elementos sonoros. La misma situación se reprodujo cuando las autoridades se trasladaron a la catedral para asistir a una misa.
El concejal delegado del área de Protección a la Comunidad del Ayuntamiento de Lugo, José Rábade, reconoció que "hay un problema dentro de la policía local que se tiene que solucionar, aunque esta no es la mejor manera", agregó.
El gobierno local abrió recientemente cinco expedientes a varios policías que supuestamente estaban trabajando cuando se encontraban de baja. Los agentes sostienen que los expedientes están parados porque "no tienen ni pies ni cabeza". El concejal, sin embargo, aseguró que "siguen su curso, trámite y cauce".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 2 de abril de 2008