El Departamento de Justicia de EE UU autorizó en 2003 al Pentágono la utilización de ciertos métodos -podrían ser considerados tortura- para interrogar a los detenidos de Al Qaeda en la guerra contra el terrorismo, según un informe desclasificado el martes. Como justificación se alegó que el presidente George Bush tenía en tiempos de guerra poderes plenipotenciarios para obviar las leyes federales e internacionales que prohíben la tortura.
La existencia del memorando que el Pentágono acaba de revelar, a petición de la Unión por las Libertades Civiles, basándose en la Ley de Libertad Informativa, era conocida, pero no su contenido. El informe, fechado en 2003, fue redactado por John Yoo, número dos de la Oficina de Consejo Legal del Departamento de Justicia, y sin duda reavivará el debate sobre los límites legales a la tortura en la lucha contra el terrorismo.
Entre las tácticas que Yoo no consideraba torturas, estaba la privación del sueño o amenazar con perros a los detenidos, así como encapucharlos y tenerlos en cuclillas durante tiempo indefinido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de abril de 2008