El señor Egibar ha dicho que el problema no es tanto la actitud de la alcaldesa de Mondragón -que no condenó la muerte a tiros de Isaías Carrasco- como la "posición activa y consciente de los 3.303 vecinos de Mondragón que votaron a ANV" y que están "dispuestos a estudiar alternativas de pedagogía social y política sobre el electorado que dio su voto a ANV pensando que sería un actor fundamental en el proceso de paz".
Este mismo señor dijo hace años que tenía más miedo de España que de ETA (o algo parecido); ahora parece que le siguen dando más repelús los asesinados (y asesinables) que los asesinos. ¡Mala gente!
Pero, parafraseando a dicho señor, el problema no es él, sino todos los militantes nacionalistas (patriotas: es la misma palabra) que le mantienen en ese puesto. ¡Líbrennos los dioses (aunque sean falsos) de los patriotas de todo tipo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de abril de 2008