Manos de Topo es un grupo que esconde agradables sorpresas. Tal vez confunda esa especie de chiste facilón y disparatado que pueden sugerir las fotos promocionales protagonizadas por sus integrantes, Miguel Ángel Blanco (voz y guitarra), Alejandro Marzoa (teclado y xilófono), Pau Julià (bajo) y Rafa de los Arcos (batería), o esos quejidos tan exagerados y deliberadamente tragicómicos que despistan y hacen pensar en una burda parodia del pop y la canción melódica. Pero hay mucho más. Bajo esa apariencia tonta se oculta una banda de pop crudo y sin aditivos que canta al desamor y la pena con un coraje que desarma y engancha. Ortopedias bonitas, su estreno discográfico, es un choque frontal con las tragedias del corazón, sin farsas ni pelos en la lengua. Un disco sorprendente que la banda presentará hoy en Valencia con un telonero local muy apropiado: Guillemka, el nuevo proyecto musical de Guillermo Artés (líder de los extintos Kindergarten), ahora en formato de cantautor eléctrico y ecléctico, y devoto de The Velvet Underground, Caetano Veloso y Serge Gainsbourg. Una combinación que no puede fallar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de abril de 2008