Los consejos nacionales que ayer celebraron tanto Esquerra Republicana como Unió Democràtica -en tanto que miembro de CiU- no sirvieron para vislumbrar cambios en la estrategia de independentistas y nacionalistas en la votación de la investidura del socialista José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno el próximo martes. Ambas formaciones se debaten entre el voto negativo y la abstención.
A pesar de la táctica, tanto ERC como CiU esperan poder abstenerse si el próximo presidente del Gobierno realiza un discurso de investidura "respetuoso" con las aspiraciones catalanas.
En el cónclave de Esquerra, el jefe de filas independentista en Madrid, Joan Ridao, pidió margen de maniobra a su partido para decidirse una vez haya escuchado las palabras de Zapatero, aunque los republicanos no son optimistas.
En CiU, que ya han manifestado que no descartan una colaboración más estrecha a medida que avance la legislatura, el secretario general de UDC, Josep Maria Pelegrí, afirmó que la federación nacionalista parte del no en la sesión de investidura, aunque añadió que podrían abstenerse en función de que su discurso recoja algunas demandas de la federación nacionalista, como un compromiso en financiación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de abril de 2008