"Raro, todo fue muy raro". El encuentro había conseguido aturullar a Javier Aguirre, incapaz de definirlo con otro calificativo. "Hay que analizar qué hicimos mal. Lo bueno fueron los tres puntos y que los rivales que nos siguen no sumaron, por lo que seguimos en la línea de buscar nuestro objetivo", se consoló el técnico del Atlético.
Pero todo pudo haber sido diferente. "Me habría gustado saber qué hubiera pasado once contra once", afirmó el mexicano, que no dudó en felicitar al Almería, a sus jugadores, porque "dieron la cara en todo momento y demostraron mucha valentía".
Unai Emery, el entrenador del cuadro andaluz, tampoco escatimó elogios a los suyos: "Estamos muy contentos con la labor realizada. Nosotros siempre jugamos para ganar". Y siguió: "Hemos sabido competir. Con el 2-0 le hemos dado la vuelta. Pero con las expulsiones... Era muy difícil".
La zaga almeriense se desmembró tras la doble amonestación a Juanito. El Atlético aprovechó entonces para sentenciar en el marcador mientras en la grada miembros del Frente Atlético encendían una bengala. Aun así, el Calderón no cesó de pitar a los defensas rojiblancos.
"La zaga en general no se sintió cómoda en ningún momento del partido", reconoció el central Perea. Tampoco Cléber y Reyes se libraron de los abucheos cuando saltaron al terreno de juego.
Lo que sucedió en el Calderón, definitivamente, aturdió a Aguirre. "No es agradable que te metan tres goles en casa. No es normal. Pero tampoco es normal jugar contra nueve. En fin, ganamos", concluyó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 7 de abril de 2008