Entre el odio y la admiración se encuentran los sentimientos que en mi entorno escucho a los valencianos por Cataluña, pero en mi opinión siempre he visto a la sociedad catalana dando los pasos necesarios hacia una sociedad más justa con más valentía que al resto de las comunidades. Tal vez se trate únicamente de mi percepción, pero siempre he tenido la sensación de que cuando el Gobierno catalán aprueba medidas innovadoras, un tiempo después se aplican en el resto del país.
Por lo menos genera debate, lo cual es ya importante y necesario en esta sociedad cada día más anestesiada. Así que me encuentro muy esperanzado con la aprobación de la apertura de las fosas comunes de la Guerra Civil a petición de familiares, puesto que es una medida que considero fundamental en este proceso de cerrar heridas. Máxime cuando en Valencia nuestra alcaldesa intenta hacer desaparecer unas de las fosas con mayor ocupación conocidas, habiendo en su día esparcido restos humanos por un vertedero de la cercana Sagunto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 7 de abril de 2008