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Más de Thatcher que de Adam Smith

Esperanza Aguirre presume de su liberalismo a la hora de dirigir la Comunidad de Madrid. En la práctica, su gestión está más cerca de la de Margaret Thatcher en el Reino Unido de los ochenta, que de las teorías de Adam Smith. El Ejecutivo del PP en Madrid es liberal en lo económico, pero conservador en lo político.

Pese a que el presupuesto es de casi 19.000 millones de euros (el más alto del país), las 15 consejerías han extendido el hábito de gestionar los servicios públicos a través de empresas privadas. Ha ocurrido con los ocho nuevos hospitales, con la ampliación de la red de metro o las carreteras. Madrid es además la región donde más alumnos se han incorporado a la escuela privada, el 12,46% en los últimos cuatro cursos, según el Ministerio de Educación.

En cambio, se ha opuesto fervientemente a distribuir gratis la píldora del día siguiente, promueve la objeción a la asignatura Educación por la Ciudadanía, no es partidaria de los impuestos (ha eliminado prácticamente el de Sucesiones y Donaciones) y utiliza Telemadrid como brazo armado mediático de su política. Alardea de que apenas hace leyes -en toda la legislatura pasada sólo llevó 14 a la Cámara regional- y aunque de boquilla dice ser partidaria del consenso no hay acuerdos con la oposición (PSOE e IU).

Cuenta además con un gran número de puestos de alta dirección (desde que llegó en 2003 han pasado de 179 a 235, pese a que no hay nuevas competencias), que le permiten practicar un férreo control de la Administración y, por extensión, del sector económico de la región. Nada se mueve sin su consentimiento.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 8 de abril de 2008