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Nóminas falsas para comprar coches de lujo, revenderlos y adquirir cocaína y éxtasis

Hay bandas de delincuentes que escogen el camino más retorcido para alcanzar sus objetivos. Es el caso de una red integrada por dominicanos y españoles, que el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) desarticuló hace unos días. Los 13 detenidos -nueve ya han ingresado en prisión- solicitaban préstamos para comprar coches de alta gama. Para ello, utilizaban nóminas falsificadas. Después, revendían los vehículos a mitad de precio y usaban el dinero para comprar droga, informaron a este diario fuentes del caso.

Agustín de León Peñalo, de 42 años y jefe de la banda, pedía créditos rápidos a empresas financieras. Lo hacía a nombre de terceras personas, mediante documentos de identidad manipulados. Algunos individuos se prestaban al fraude y, a cambio, recibían una pequeña compensación. Para engañar a las empresas, la red falsificaba a destajo certificados de vida laboral, cartillas de ahorro y contratos de trabajo. En esas nóminas se daba a entender que el comprador disponía de un sueldo solvente, lo que evitaba cualquier sospecha.

No eran las únicas prevenciones que tomaba la banda, que en los documentos añadía el sello y el teléfono de la supuesta empresa. El número pertenecía a alguno de sus integrantes. De modo que, si a la empresa se le ocurría hacer alguna inspección, se topaba con la voz del propio delincuente, que daba fe de la presencia del supuesto trabajador.

De León acudía a locales de compraventa de automóviles y a concesionarios de motos de gran cilindrada del Baix Llobregat. Una vez que el coche estaba en su poder, lo revendía de forma inmediata en el mercado negro. A mitad del precio real.

El remate final a ese tinglado consistía en utilizar el dinero obtenido con la venta de los coches -la estafa asciende a más de 200.000 euros- para comprar sustancias estupefacientes. En los registros, el grupo 4º de la sección de crimen organizado del Cuerpo Nacional de Policía halló 700 pastillas de éxtasis y diversa cantidad de cocaína.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 10 de abril de 2008