La Comunidad Valenciana tiene entre 50.000 y 100.000 casas sin vender y se necesitará un periodo de dos a tres años para absorberlas tras el ajuste del mercado, según explicaron ayer responsables de la consultora CB Richard Ellis. Esas cifras son de cerca de un millón en toda España, según las mismas fuentes, que precisaron que en los años, donde los incrementos de los precios han sido de dos dígitos, "los errores y el mal producto quedaban camuflados", mientras que ahora, durante el ajuste entre la oferta y la demanda, "solo se venderán los productos buenos y bien situados".
Esos buenos productos, añadieron, son los que sufrirán menores bajadas en los precios e incluso en zonas consolidadas de Valencia se mantendrán. El incremento en general de los precios será en los próximos años en torno al IPC, y la tendencia de los consumidores españoles evolucionará hacia el alquiler o la vivienda protegida. Hay que volver "al equilibrio de la oferta y la demanda", ya que ha habido "una especie de indigestión que hay que digerir ahora", afirmó el responsable de la oficina de esa consultora en Valencia, José Luis Marín. Marín calificó de "momentos tortuosos" los que atraviesa ahora el mercado inmobiliario.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 10 de abril de 2008